La frustración aparece cuando tenemos un deseo o necesidad de conseguir algo y no somos capaces de satisfacer esa necesidad, entonces aparece esa respuesta emocional, que es uno de los grandes problemas que nos encontramos el día a día con muchos jugadores en el ámbito deportivo del tenis.
Cuando un jugador entra en una situación de frustración, no es capaz de controlar aspectos que normalmente, en una situación de calma o de mayor control llevaría a encontrar una solución, en ese momento sólo vive aspectos negativos, y es cuando pueden surgir acciones como que el jugador grite enojado o lance la raqueta al suelo. Todo ello además de sentir ansiedad, inseguridad y miedo, intentar acabar el punto lo antes posible abandonando la estrategia y los objetivos.
Por eso el jugador debe ser consciente, para trabajar y aprender a reconocer esta emoción para controlarla al máximo, y afrontar la frustración con la mentalidad más fuerte posible. Aquí la psicología deportiva es una herramienta con la que podemos ayudar a nuestro jugador.